Después de que la semana pasada se produjeran numerosos avistamientos por Teleco (relacionados quizá con algún posible alina-miento* planetario), Dios, es decir, Alina, vuelve a las andadas, en palabras suyas "porque últimamente se está portando" y claro, no vaya a ser que nos malacostumbremos...
Para ir abriendo boca esta semana, Alina ha optado por una variante del tan socorrido y efectivo* recurso del tengoque- hacerunrecadismo:
"Bueno, no iré por la mañana... es más, cogeré el tren de las 5 de la tarde para ir a Valencia, porque por la mañana tengo que ir con mi madre a comprarme unos pantalones y como durante todo el fin de semana los astros han conspirado contra mí, pues no he podido ir, así que...".
Así que... tranquilos todos aquellos que se pensaban que los tres días que fue a clase la semana pasada eran una de las siete señales de que el Mineralismo ya está aquí: todo vuelve a la normalidad, el continuo espacio-tiempo sigue estando a salvo y todavía no ha llegado la hora de que el cielo se nos caiga sobre las cabezas.
Ahora bien, como esta semana de verdad venga Alina a clase de Radiocomunicaciones, yo empezaría a preocuparme mucho mucho....
* Ufff, éste me parece malo hasta a mí...
* En sus manos. No intentéis hacer lo mismo en casa, niños.
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4 comentarios:
Pues a mí lo del alina-miento me ha parecido muy bueno, xD.... Por cierto, hoy es martes y Alina sigue sin aparecer por karate... A ver dónde empiezo a apuntar las excusas de karate ;)
Ah, se abren las apuestas para ver si Alina va a ir a radio esta semana: Yo hago un acto de fe y voto a favor de la buena voluntad de Alina (vamos, que irá). Espero no perder aunque...¿cuál es la probabilidad de que Alina vaya a radio? (pregunta para los conmutados) Seguro que es menor que 0.001 ;P
Apuesto a que Alina va a Radio.
Me apuesto 20 euros a que Máriam no viene a COCOS y me deja tiradísima de la muerte. Ya se podría pegar un poco más a GUillermo y robarle algunos anticuerpos.
Si no viene a clase os quejáis.
Si sí viene pensáis que se va a acabar el Mundo.
No se si se plantea una difícil disyuntiva moral o simplemente la cuestión es quejarse por todo.
¿Nos habrá convertido la carrera en unos quejicas? Creo que el pesimismo sí se contagia.
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